jueves, 17 de agosto de 2017

“Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”

Valerio Orellana
I año de Filosofía
Nacido el 23 de octubre de 1997 en una pequeña comunidad de la Costa Caribe Sur, llamada puerto el Bluff, distante a unos 20 minutos de la ciudad de Bluefields. Mis padres son Valerio Orellana Ocón y Mer-cedes Rodríguez. Soy el número 10 de 13 hijos. Desde pequeño mi mamá me inculcó la fe Católica, por lo cual asistía todos los domingos a la capilla de mi comunidad para participar de las celebraciones. 

Resulta que, en la etapa de mi adolescencia, alrededor de los 13 años me dejé influenciar por las malas amistades y fue entonces cuando probé por primera vez el licor y el cigarro, a veces caminaba con un grupo de chavalos por las calles del Bluff tirando piedras en los techos de las casas y metiéndonos en problemas, una pregunta que quizás ustedes se harían ¿y qué hacia la mamá de este adolescente ante tal rebeldía de su hijo?

 Un día mi mamá me regañó fuertemente y me dijo que ella no iba a estar criando a un vago y peor a un delincuente, y que yo decidiera que era lo que quería hacer con mi vida, todo esto me lo dijo llorando y eso me impactó mucho, tanto así que mi cambio fue rotundo, me alejé de las malas compañías y empecé a formar mis metas y ayudarle a esa maravillosa madre que Dios me ha regalado, toda mi niñez y adolescencia fui un vendedor ambulante para ayudar al sostenimiento del hogar y para la educación tanto mía como la de mis hermanos, ya que somos de escasos recursos y mi mamá es ama de casa.
¿Pero entonces cómo empezó mi inquietud vocacional?

Con toda sinceridad les con-fieso que nunca se me paso por la mente ser sacerdote, ya que desde pequeño lo que siempre quise fue ser docente, pero no tuve la oportunidad de ingresar a una escuela normal para dicha preparación. Es entonces cuando me involucré más en las cosas de Dios y ayudaba en la capilla Virgen del Carmen como lector, llegué a conocer a una chica con la cual tuve dos años y medios de noviazgo, pero resulta que Dios inició en mi un nuevo plan, podría decir que me sedujo y ya no me quería como un lector, sino como un siervo suyo.

Resulta que en diciembre del 2012, después de una eucaristía, el Señor me habló por una señora que se me acercó y me dijo que si quería ingresar al seminario, y yo al inmediato respondí que sí, sin pensar en lo que iba a decir mi familia, pero aun así hablé con el párroco. Al conversar con él, rotundamente me dijo que yo aún estaba muy niño para ingresar a una casa de formación, ya que apenas tenía 15 años de edad, a pesar de eso no me desanimé.

La inquietud de ser sacerdote resonó en mi todo el año 2013, sin saber qué hacer ni con quien hablar, pero Dios no me dejó solo y me volvió a hablar por medio de la misma persona, doña Nancy Ramos que es la delegada de la Palabra de mi comunidad, y actualmente es mi madrina de confirma, esta vez el Señor se manifestó un 19 de enero del 2014, en esta ocasión si pude hablar con el nuevo párroco y encontrar una respuesta positiva ya que consiguió que pudiera entrar al Seminario Menor, mi mamá como toda buena madre me comprendió y me apoyó, solo que me dio un consejo que: si quería ser sacerdote tenía que tener en cuenta la res-ponsabilidad y seriedad que esto implica, y yo le dije que si estaba seguro de lo que quería hacer.

Pasé arreglando todo lo que un seminarista puede necesitar en el seminario, obviamente también corté con la chica con la que andaba, y un domingo 26 de enero del 2014 con la con la tristeza de dejar a mi familia, pero con la alegría de responder con generosidad al Señor, partí para el Seminario Menor Pio X ubicado en Bluefields, estuve ahí dos años, cursando cuarto y quinto año de secundaria y el 29 de enero del 2016 ingresé al Seminario Propedéutico San Juan Pablo II; el 27 de enero de este año 2017 inicié mis estudios de 1° de filosofía aquí en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima; hasta ahora me encuentro muy feliz y dispuesto a continuar en este proceso vocacional, gracias a las oraciones de todo el pueblo de Dios, incluyendo la tuya ahora que conoces parte de mi vida.

Me gustaría concluir compar-tiéndoles una cita bíblica que me ha servido para mi configuración con Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, y es Jn 15,16 “ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los prepare para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca”.

Valerio Isael Orellana Rodríguez 
Seminarista del Vicariato Apostólico de Bluefields
I año de Filosofía

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