domingo, 10 de septiembre de 2017

EL HOMBRE MÁQUINA

Adiel Castro
Estudiando de III año de Teología

Actúa el hombre por instinto y par-tiendo de esta pregunta de Aristóteles ¿Qué es lo que hace que el hombre se distinga del resto de los seres vivos? La capacidad del hombre es que él, a diferencia de los demás seres vivos, controla sus instintos, hace conciencia y expresa con el actuar y el hablar su sentir y su presencia en el mundo. Se puede visualizar al hablar de instintos, propios de cada ser vivo, propio del hombre, que este está llevado en plena conciencia a aquello que satisface todos sus gustos.
Han existidos movilizaciones grandes, movilizaciones denominadas las masas, estas traen como consecuencia  la pérdida de la identidad del individuo, este, actúa por reacción rápida y emocional, las masas son fáciles de ser influenciadas, en estas agrupaciones en las cuales se busca llamar la atención y sin importar las consecuencias llevan todo tipo de riesgo, en estas se encuentra el hombre, la unidad en la multiplicidad, el hombre es un ser único e irrepetible en la historia, goza de derechos, tiene deberes y una vida por hacer.
Sin reserva de ideas se ha catalogado a estos activistas, a la aglomeración de hombres como masas, los cuales quieren luchar por un solo objetivo en muchos casos, dependiendo del que el trasmisor quiera lograr, recolectando información y comunicándola al auditorio espe-rando siempre una actitud posi-tiva o negativa para actuar, se programan una tarea en conjunto, y en estas masas como punto de referencia el dominio egoísta sobre el poder del hombre.
Este hombre individual que actúa en la multiplicidad tiene objetivos, su objetivo al realizar un trabajo, puede ser que le apasiona, o puede ser el amor al dinero, más que amor al dinero también se puede recalcar la gran necesidad de realizar el trabajo para recibir un salario y así sobre-vivir. Aunque también sucede el caso de que este individuo realiza trabajos buscando grandezas, un estatus social, pero la vida por muy mala y muchas las necesidades que hayan, se quiere vivir, se asume el reto de vivir, sucede que también en la realización de aquellos trabajos tan necesarios el hombre está también cansado de hacerlos, se hace aquello sin ningún sueño por realizar, con una meta sin sentido, y seguirá haciéndolo toda la vida por pura necesidad, la necesidad económica aprieta y al dar una mirada pareciera que solo aguarda caos por las pobrezas extremas que llevan a la muerte de muchas personas.
Hombres actuantes en la multi-tud, en la competencia, pero esos hombres y cada uno tiene pensa-mientos diferentes, metas diferentes, sueños diferentes e inclusive problemas diferentes. Se ha querido forjar un hombre sabio capaz de conocer el mundo y a si mismo por el solo uso de la razón. 
A través del tiempo se ha intentado modificar los pensamientos, modificar las ideas e inclusive hasta un cambio social, dentro de esto está el giro antropológico. De una idea de Dios como centro del universo, se pasa a pensar que es el hombre el que ocupa el centro del universo, en cierta manera se procura darle importancia al hombre, pero sería bueno ver los conceptos o que es lo que se pensaba hacer con este hombre, las ideologías tendieron a crear una imagen errónea del hombre en donde era usado, el mismo hombre siempre ha tenido la idea de superioridad, pero se sigue con la idea dominante y terminan dominándose unos a otros.
Desde este punto no estamos viendo como Rousseau, que la civilización corrompida, era la causa de la pérdida de la libertad natural, para Aristóteles el hombre es un animal político, un animal que habla, para Descartes, un ser que piensa, para Kant un ser que juzga y para Marx un ser que trabaja, una idea bastante fuerte que influyó en la sociedad teniendo al hombre con el puro hecho del materialismo, el hombre es por lo que posee, su valor está determinado en lo material, siempre se cae a la lucha de los más fuertes, hay que esmerarse trabajando para sobresalir en lo material con tantos adquisidores, en esto es visto prácticamente el hombre como una máquina de trabajo.

El hombre sigue manipulable, se mueve en torno a sus necesidades olvidándose de sí, en el mundo actual existe una competitividad por encima del mismo, se pierden los valores religiosos, morales, sociales, el único interés es el trabajo. La sobrevivencia tan necesaria y existe mucho por hacer, el dinero es indispensable, cada día el hombre más dependiente de otro, se pierde el sentido del valor de la vida humana, el valor del otro, es tanto el movimiento que nos olvidamos de las necesidades del otro, se pierde la sensibilidad y solo hay un objetivo: la realización de una labor, simplemente se ha aceptado la vida, de todas formas, hay que vivirla. Pareciera que solo nacemos para morir, y así nada más. El aburrimiento de la vida, tanto desarrollo tecnológico lo vuelve todo fácil, pero lo tecnológico está matando al mundo, en la mente del hombre, nuestro control remoto ya fue fabricado a través de los celulares.

El avance del hombre hasta nuestro tiempo es increíble, va avanzando, nada lo supera y nada lo detiene, es contundente y veraz, va forjando un mundo dándole sentido a la existencia del mismo universo haciendo historia tratando de llegar a los lugares últimos, y si es posible preguntarse por ese Dios y saber si existe y si no existe entonces el hombre se siente dueño del mundo en otras palabras el mundo está en sus manos. 

En el desarrollo tecnológico se están creando nuevos círculos que crean adicción sobre todo al internet y otros medios, está el hombre en contacto con todo el mundo, el mundo se vuelve pequeño, la mente inquieta del hombre quiere descubrirlo todo, así en este sentido se vuelve un hombre llevado por sus instintos al querer obtener grandeza o el control de todo en cuanto existe no basta con conocer la tierra, también la idea de conocer lo que está fuera de la tierra el universo mismo hasta el punto de programar sus aventuras por el exterior para ver que hay o en que se puede beneficiar o tratando de garantizar su futura existencia en otro planeta ya que es consciente de que este planeta va en decaimiento.
Este ver más allá de los cielos, en el estudio de las cosas lleva al hombre a la contemplación, entre los dos planos del materialismo y el espiritualismo es posible encontrar una división a partir del mismo pensamiento, pero es claro que el espiritualismo es lo que le lleva al hombre a la búsqueda del sentido de la misma existencia tanto como de la naturaleza misma. Más claro sería que el hombre al reconocer la naturaleza ha encontrado sentido a su vida que va más allá del materialismo, es la que le hace nacer en si el espíritu de libertad, el sentido por la divinidad y a través de la cual se ha injertado en la historia.

Cuanto más se aproxima uno a la verdad, más encantadora la encuentra, el goce de la vida al ubicarnos en nuestra posición no se queda simplemente en los placeres de la satisfacción de los deseos también está el placer de experimentar la belleza, ¿Qué belleza o qué magnitud no poseen? El tiempo, el espacio, el infinito, la tierra, el mar, el firmamento, todos los elementos, todas las ciencias, todas las artes, todo forma parte de este género de voluptuosidad. Demasiado contraída en los límites de un mundo. La naturaleza entera es su alimento, y la imaginación su triunfo, así el hombre que está siendo como la máquina de las necesidades sociales que hay que suplir encontrara su lugar en el universo despertando de la realidad que lo tiene sometido, pero no desobligándose de su avance hacia el futuro.
Adiel Antonio Rodríguez
Estudiante de III de Teología 
Diócesis de Jinotega 

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