Pbro. César Castillo Rector del Seminario Nacional y S.E.R. Mons. Silvio, Obispo encargado de los seminarios en Nicaragua. Fuente: Facebook. |
El
Seminario Nacional, a través de los seminaristas, ha tenido la genial idea de
dar cabida a una REVISTA en donde las dos facultades sea de filosofía como de
teología puedan plasmar artículos concernientes a sus estudios tanto a lo
interno de la Institución como fuera de ella, amigos y amigas, comunidades,
bienhechores, parroquias y diócesis.
En
este año, el Papa Francisco al regalarnos un año extraordinario de gracia, AÑO
DE LA MISERICORDIA, nos hace pensar y reflexionar sobre Dios Misericordioso, y
a la vez nos motiva a experimentar tanta bondad y misericordia divina en
nuestras vidas. El mes de mayo, mes de las flores, es también un mes mariano,
un mes para contemplar a la Santísima Virgen María como Madre, no como
cualquier madre, sino como ¡Madre de Misericordia! Una de las oraciones
marianas entre las más conocidas, la Salve, menciona a María como Madre de
Misericordia.
La
maternidad de María, es divina porque nos ha dado a su Hijo, Nuestro Señor
Jesucristo, segunda persona de la Santísima Trinidad, pero me atrevo a decir,
que es eclesial, porque también nosotros, bautizados, somos sus hijos porque el
Hijo de Dios nos la ha querido heredar como MADRE.
Pbro. César Castillo Saluda a Papa Francisco Fuente: Facebook |
Hoy,
como nunca se nos habla de misericordia, pero ¿qué entendemos como tal? El Papa
Francisco nos dice: Ninguno como María ha
conocido la profundidad el misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue
plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del
Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque
participó íntimamente en el misterio de su amor (Misericordiae Vultus 24).
Quisiera
concluir haciendo mención de otra expresión del Papa Francisco: María atestigua que la misericordia del Hijo
de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. Dirijamos a
ella para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y
nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús (Misericordiae
Vultus 24).
El
equipo formador, representado en este servidor, se complace en aprobar este
proyecto y bendice su inicio y reza para un eficaz desenvolvimiento y acogida
de nuestra revista. Motivamos a los lectores a que participen con nosotros en
el arduo desempeño de reflexión e interiorización de la fe hasta alcanzar la
plenitud de Cristo.
Afectuoso
en Cristo y María,
Pbro.
César castillo
Rector
del Seminario Nacional
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